El aprendizaje es una actividad cooperativa y comunicativa, en la que los niños construyen el conocimiento y crean significados acerca del mundo, en conjunto con los adultos y, de igual importancia, con otros niños. Se promueve así la conciencia de que el niño tiene una voz propia, y es un actor social que toma parte en la construcción y en la determinación de su vida, pero también en la vida de aquellos que se encuentran a su alrededor y en la sociedad en la que vive. Por ello, tomamos la investigación como proceso de acción educativa y el trabajo cooperativo como una de las bases de nuestra metodología.
En este ambiente no se incita a la competencia entre compañeros, sino que se respeta y valora el logro de cada alumno/a en su momento y ritmo oportuno.
El error, equivocación o falta, es considerado como parte del aprendizaje. Por ello no es castigado, resaltado o señalado, sino que es valorado e integrado como una etapa del proceso. Se estimula al niño para que haga siempre una autoevaluación de su trabajo.