“Las clases deben venir a ser una reunión durante algunas horas, grata, espontánea, íntima, en la que los ejercicios teóricos y prácticos, el diálogo y la explicación, la discusión y la interrogación mutua alternen libremente con arte racional»
Giner de los Ríos
Durante estos años aprender es motivador en sí mismo. La curiosidad y el deseo de los niños de conocer y formar parte del mundo que les rodea, hace que sea una etapa especialmente receptiva. El aprendizaje activo, tanto individual como colaborativo, hará que nuestros alumnos “aprendan a aprender”. Queremos que desarrollen un pensamiento propio y crítico, en una sociedad participativa y solidaria para ser personas autónomas, con confianza en sus propias capacidades, ideas e iniciativas. Educamos para la vida.
El vínculo afectivo y el ambiente cálido y seguro facilitan el despertar de los aprendizajes. En esta etapa el objetivo es educar de una forma integral para la formación de personas con autonomía y libertad, capaces de vivir en una sociedad plural con respeto, diálogo y participación, utilizando la crítica y la responsabilidad consigo mismos y con los demás.
Mediante el uso de metodologías activas, estimulamos la construcción del aprendizaje por parte del propio alumno, la creatividad y la capacidad de esfuerzo y superación, respetando las diferencias individuales y sin perder de vista la educación emocional. Creamos una atmósfera de confianza que propicia que los alumnos se sientan seguros y valorados. Esta es la base sobre la que se articula la adquisición de conocimientos.
El proceso de aprendizaje avanza en paralelo al desarrollo madurativo del niño, para que se sientan cada vez más capaces de asumir nuevos retos, tanto a nivel individual como en grupo. La satisfacción y el gusto por el estudio y la adquisición de conocimientos, algo que comenzó como un juego, se muestra ahora como una nueva fuente de placer. El alumno necesitará de un gran esfuerzo personal que, con la guía del profesor, le llevará a descubrir lo que es capaz de hacer por sí mismo: planificar su agenda a largo plazo, recurrir al razonamiento e iniciarse en el pensamiento abstracto.
En estos años crece la importancia del grupo, de la aceptación dentro de él; damos dicha importancia a la relación con los compañeros desde el respeto y la comprensión del otro.