El final del otoño es un buen momento para visitar el Jardín Botánico, descubrir los árboles que pierden las hojas, cambian sus formas y colores, para aprender a distinguirlos y a valorar el paso del tiempo en las distintas especies. Gracias a los guías especializados del lugar, los niños disfrutaron de una visita didáctica y de un taller sobre las características de diferentes plantas y árboles, en un entorno privilegiado.
Además, tuvieron la oportunidad de visitar los invernaderos, donde conocieron nuevas y fascinantes plantas propias de otros climas. Los cactus y las plantas carnívoras provocaron verdadera curiosidad entre ellos.
Al volver, comentan lo aprendido y algunos, anotaron en su “Cuaderno de Campo”, lo que más les había llamado la atención.