Los alumnos de las clases 17 han pasado cuatro días de marzo en el Parque Nacional de Doñana, repartidos en dos turnos. Se trata de una experiencia enriquecedora para la formación de los estudiantes, representa un método de aprendizaje que forma parte nuestra metodología de enseñanza, además de fomentar la convivencia entre ellos en un ambiente distinto del diario.
Cada primavera lo que lleva a profesores y alumnos a Doñana es el modo en que se muestra. El programa, elaborado en colaboración con Doñanatour (grupo de expertos educadores medioambientales) invita a observar, interpretar y experimentar con la naturaleza, disfrutando del entorno de uno de los Parques Nacionales más importantes de Europa de una manera directa.
Las horas de ocio y tiempo libre, están organizadas y pautadas por un horario preparado por profesores y monitores, con la intención de poner en común las experiencias vividas a lo largo de la jornada. Las actividades de noche fundamentalmente, se basan en dinámicas de grupo y juegos de desinhibición junto con técnicas de percepción y sensibilización.
Los alumnos realizaron un recorrido por la marisma de El Rocío y atravesaron algaidas, pinares y zonas de matorral, donde tuvieron la oportunidad de observar diferentes especies de avifauna acuática.
También pudieron disfrutar con las dunas fósiles de los Médanos del Asperillo y de la playa de “Torre de la Higuera”, además de con la diversidad botánica del bosque de ribera con formaciones en galería y del bosque mediterráneo de Monte Blanco y Matorral Noble.
En la desembocadura del Guadalquivir, al sur del Parque Nacional pudieron visitar la playa, el poblado marismeño de La Plancha, los cotos, la marisma y las dunas móviles. En esta zona pudieron ver mamíferos, como gamos, ciervos y jabalíes.
Finalmente, visitaron “El Acebrón” un palacio que contiene una interesante exposición etnográfica sobre las relaciones históricas, sociales y culturales de Doñana y sus habitantes.
Con esta salida del colegio no se pretende enseñar unos exhaustivos conocimientos naturalistas, sino mostrar de forma viva un aprendizaje que surge a cada instante, con preguntas que aparecen de manera espontánea. Sin énfasis alguno, se estimula a cada momento el interés por conocer lo que realmente se puede percibir con los sentidos. Se anima a los alumnos a que disfruten de la naturaleza, a que aprecien lo que desconocen y a despertar una sensibilidad medioambiental en su interior.
Otro aspecto importante a destacar es el compañerismo, la cercanía y la calidez, que se despiertan en los alumnos al vivir tantas experiencias juntos a lo largo de esos cuatro días inolvidables y que muchos califican de irrepetibles y que con seguridad no olvidarán, ya que tienen la oportunidad de confraternizar con compañeros de otras clases con los que hasta esta salida no han podido hacerlo.