¡Aprender programación nunca fue tan divertido! En las últimas dos semanas, hemos llevado a cabo una emocionante actividad que ha unido a alumnos de diferentes edades y ha despertado la creatividad y el ingenio de todos los participantes. En esta ocasión, los alumnos de las clases 15 y 16 se convirtieron en mentores y guías de los niños de la clase 5, compartiendo los conceptos básicos de la programación de una manera muy entretenida.

Imagina un mapa en el suelo compuesto por piezas cuadradas, un lienzo en blanco esperando a ser completado. Los pequeños de 5 años se encontraron frente a este pequeño mapa y, gracias a la ayuda de los mayores, descubrieron su objetivo: convertirse en auténticos «robots» siguiendo las instrucciones de los programadores. Aquí es donde entraron en juego los alumnos de 15 y 16 años, quienes se transformaron en estos programadores con la misión de guiar a los más pequeños hacia la meta deseada.
Con paciencia y habilidad, los jóvenes programadores instruyeron a los niños sobre los movimientos y acciones que debían realizar. Usando un lenguaje sencillo y adaptado a su nivel, les explicaron cómo avanzar, girar, saltar o detenerse. Al seguir las instrucciones al pie de la letra, los pequeños «robots» lograron completar cada tarea en el mapa.

La actividad no solo se centró en la programación básica, sino que también fomentó el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades sociales. Los alumnos mayores aprendieron a comunicarse de manera clara y concisa, adaptándose al lenguaje y la comprensión de los niños más pequeños. Al mismo tiempo, los niños de 5 años experimentaron el valor de la escucha y el trabajo conjunto para alcanzar un objetivo común.
A medida que avanzaban en la actividad, los niños de 5 años se sumergían cada vez más en el mundo de la programación, desarrollando su capacidad de seguir instrucciones secuenciales y su pensamiento lógico. Además, experimentaron una gran satisfacción al completar cada tarea y ver los resultados de sus acciones en el mapa.

Esta actividad conjunta de enseñanza y juego fue un rotundo éxito. Los alumnos de 15 y 16 años se convirtieron en excelentes guías, demostrando sus conocimientos de programación de manera didáctica y divertida. Por su parte, los niños de 5 años disfrutaron de una experiencia enriquecedora, descubriendo los fundamentos de la programación mientras se divertían como auténticos «robots».